martes, 25 de agosto de 2015

Una historia conmovedora, que merece ser conocida

 Para D.W de quién aprendí que Dios nunca te lleva donde la gracia no te alcance.

(Jueves nublado, día bastante choto, esos días que  estás de mal humor  y no sabes cuál de todos los motivos te tiene así; pero por suerte acompañada por una de mis tantas amigas de fierro: Mari De Vido).

   Fue justo saliendo de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar,  cuando un señor, de poca edad puedo decir, me toca el hombro  preguntándome: - Disculpa la intromisión, ¿vos estuviste en Carrefour el Domingo? (no me acuerdo bien que palabra utilizó, estaba anonadada  ante semejante situación, de hecho puedo recordar sólo simples detalles del momento).

  - Si, ¿por qué?

  - Estaba detrás de ti en la cola para pagar, y al escucharte hablar con una señora sobre tu enfermedad, quise darte éste regalo, sagrado para mí (mostrándome un rosario que saca de su bolsillo). - Te vi, y supe que eras vos la indicada, a quien debería dárselo ya que me imagino por lo que debes estar pasando.

  En ese momento, me saco los anteojos, miro a mi amiga desconcertada, y recuerdo automáticamente lo que el padre me había dicho minutos antes “tranquila, Dios te va a enviar señales y va guiar tu camino”; las dos, asombradas ante tal situación, nos asustamos un poco. No entendía el por qué, el cómo, ¿por qué yo?  Quería saber todo, pero mis lágrimas fueron más fuertes y no me dejaron siquiera decir una palabra.

  -A ver, comencemos por el principio me dijo -¿cómo te llamás?

  - Flor .

  - Bueno Flor, sé que estás luchando contra  la leucemia. Me consta al notarlo con cada lágrima que se desliza por tus mejillas. Porque esas lágrimas también las sufrí yo, durante mucho tiempo. Cuando me detectaron la enfermedad, me hicieron quimios, rayos, trasplante y nada funcionó. Lágrimas de tristeza ante tantos golpes, y de felicidad antes de dormir, cuando conversaba con Jesús y le pedía solamente tres cosas por las que quería seguir viviendo.

  El joven seguía hablando, mientras yo lloraba y mi cuerpo se ponía  cada vez más ansioso. Muchas preguntas me abrumaban,  literalmente, no sabía qué pensar.

  De pronto saca el rosario, rojo y con aroma a rosas, y me dice: - Éste rosario me salvó la vida. Después de dar  pelea por tiempo, me cansé y decidí  entregarme a Dios ya  que Él sabe lo que hace, tiene para cada uno  preparado un camino y una función.  Como último regalo, le pedí a mis padres viajar, conocer; que me lleven a Europa. A mi regreso, un amigo me trae éste rosario bendecido, que te lo voy a dar. Fue el momento exacto para darme cuenta de que es Cristo quien se nos aparece de las formas más misteriosas y únicas, para hacernos recordar que Él siempre va a estar de nuestro lado y no se nos despega ni un segundo, aún en esos momentos que pensamos que todo está perdido. Es en ése momento, dónde uno debería hacer silencio y dejar que Él hable desde lo más profundo de nuestras almas. Con el paso de los años cada vez estoy  más convencido  de su Misericordia.

 Yo lo miraba helada, no podía emitir ni un  sonido, exceptuando el de mis lágrimas tratando de contenerse.

  –Veo tu dolor, veo tu mirada, y tu voluntad; sobre todo me veo a mi hace unos años atrás. Justo ese día en Carrefour no llevaba el rosario conmigo. Por lo que recé noche tras noche para poder cruzarme con vos otra vez, y acá estas. Se ve que Jesús complació una  vez más mis deseos. Quiero darte éste rosario, porque me parece que sos la indicada y ahora quizás lo necesites más que yo. Cuídalo como oro Flor, porque a mí esto y Dios me sanaron; ya no tengo más cáncer, y nadie le encuentra una explicación. Solo sé que hace más de quince años estoy vivo, y cómo se lo prometí a Él , con el tiempo transmitiría mi testimonio de vida, para que las personas entiendan que los milagros existen y la que la Fe mueve montañas.

  Después de escucharlo simplemente me quedé sin palabras, entonces  lo abracé y le agradecí. Fue una señal enviada, que nos dejó  a mi amiga y a mi  pensando como diez minutos, en silencio, inmóviles. Mientras volvía a casa, mi cabeza no paraba de maquinar; pensaba y pensaba: ¿por qué yo?  Era otra señal, que Él me mandaba; “dale Flor, a seguir, a pelear”. O bien,  como dicen los médicos,” estamos a mitad del río, o lo cruzas o te estancas”.

  Hoy, a casi cinco meses del trasplante, puedo decir que llevo el rosario permanentemente, rezo por VOS, que me hiciste saltar veinte escalones,  me permitiste encontrar un nuevo amor, el de Dios, al  único que entrego mi vida, mis angustias, mis miedos, y mis deseos, ya que por primera vez siento su paz.

  Me caí varias veces, pero ahora sé que tengo el coraje de volver a levantarme. Y como dice la música de Calle Trece, que tanto me gusta “ (..) ya no corro, le  salieron alas a mis botas, mi cuerpo navega por el aire, flota. Voy contra todo, hago sudar al viento, cada paso que voy va narrando un cuento… Hasta mis hazañas se asombran, mi historia me persigue por que la convertí en sombra.. y los DESEOS me vieron nacer, los arboles me vieron crecer, el Océano me vio navegar, las estrellas me vieron CRECER (…)"

  Como cualquier persona, hay días en que uno está triste y cree que nada tiene solución; pero es allí donde se debe aferrar a algo. En mi caso, y creo que en la mayoría de los pacientes  que estamos atravesando  esto, es la fe en Dios, uno de esos “empujones que te da la vida”. Sinceramente, no sé el motivo del encuentro de ese día, pero sí lo tomo como una señal y una historia que merece ser contada. Como bien dijo mi joven amigo, Dios  tiene un plan para nosotros, sólo hay que descubrirlo. Por lo pronto, yo me encuentro en ese camino de búsqueda, y no voy a parar hasta encontrarlo.

  Espero que éste testimonio ayude a muchas personas, como me ayudó a mí.  Y a pesar de que tengamos esos días feos, dónde uno ve todo gris y cree que se acaba el mundo, poder mirar alrededor  y descubrir  que hay personas que irradian luz, te tienden la mano y no te van a dejar solo.

 ¿Qué pretendo  para mi, cuales son mis verdaderas pasiones,  a quien elijo para que me acompañe en ésta nueva vida? Son preguntas que me hago  todos los días, y con el tiempo las iré respondiendo.

  Y por supuesto, antes de dormir, repaso mi lista de deseos, que como ya mencioné, desde el 24 de Abril del  2014 cambiaron totalmente de  orden.

 Gracias Dios por concederme el honor de  conocer a tantas personas nobles y de gran corazón como D.W. Y especialmente, gracias por enseñarme a ver tus señales que me permiten consolidarme y decirles a todos, que a pesar de lo dura que por momentos puede ser la vida, si uno pelea, se puede, con fe en Dios, cualquiera sea la forma que lo conciban.

Hasta la próxima!!



6 comentarios:

  1. Tus palabras son inspiradoras amiga, siempre al pie d e tu cañón te amo

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  2. Que lindo Flor que puedas ver las señales de Dios, estas en buen camino y rodeada de buena gente. Algun dia te voy a contar mi historia con Antonio mi compañero de rayos y que vos lo escribas que lo haces de maravilla.

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  3. Dios es el unico que nunca nos abandona!! Bendiciones !! que bello testimonio .

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  4. Qué hermosa experiencia Flor! tan aleccionadora y esperanzadora, llena el corazón con un ardiente deseo de seguir!...te felicito por la fuerza y entereza para enfrentar esta prueba…sos una heroína de la vida! Un cariño inmenso desde Formosa----Dolly, mamá de Magui

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  5. Excelente.. a seguir luchando .. y sobre entregandole a jesus todas tus aflicciones.. porque solo el sabe lo que es mejor..

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  6. Te mando muchas bendiciones y y solo pensá en Jesús que Él no te abandonará. Abrazos y mucho amor

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